IngLewis

Junto al mar

Qué pecado será tenerte aquí,
Besarte y producirte incertidumbres de éxtasis
Lentamente darte el infernal sentimiento de estar en el cielo por un segundo
En medio de la oscuridad trepando entre rasguños la cima de la tormenta
El ojo de juventud en sus mas intimos secretos de eternidad
Una y otra vez tus gestos sobre mi cuerpo,  tu sangre entre mis venas, poseídos por el alma
Apretandonos fuertemente al terminar la noche, en un amanecer ardiente, vista al mar y un vino tinto
Con tantas cosas por hacer, y tantas cosas más, por repetir.