Busco el amor,
como busco la verdad:
desesperadamente,
pero no lo hallo,
y la verdad se me escapa
ganada por la duda,
y el amor huye
alejándose
de mis súplicas.
¿ Qué poseo, entonces,
miedo, duda, indiferencia,
sólo deseos de amar,
de palpar la verdad
con las manos del espíritu.?
Pero el deseo es antesala
al oscuro calvario
del fracaso en mi vida.
En esta estancia me hallo
y los pasos me encaminan,
desesperadamente,
a un mar de lágrimas.