\"A las doce de la noche por las puertas de la gloria
y al fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre,
sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
San Silvestre\".
–Rubén Darío.
El Rey Mago de Magos, cabalga en su palacio,
dueño del todo, rey del todo, finalizando el recorrido
de una carrera y de su orden establecido,
para recorrer de nuevo en el inmenso espacio.
Feliz y dichoso, Jano, Dios de los meses y los días,
Coronado con una Corona de brillantes soles
en su carruaje de oro adornado de arreboles
emprende de nuevo el viaje, entre algarabías.
Es un nuevo comienzo, una nueva mañana
y con regocijo, sus leales mortales
lo reciben con gozo todos joviales
pues trae una nueva luz a la raza humana.
Pues Él trae nuevas ilusiones al corazón,
la primavera, fragantes flores y oro fino,
las contestaciones del cielo chino
¡Para recibir el año del Dragón!