jvnavarro
EN UN DÍA FRÍO
A veces escribo poemas que luego destruyo
y seguidamente me arrepiento
y me voy por allí
donde las cenizas se visten de luto
para rescatar el alma
de los encenizados versos octosílabos,
por aquello de que encierran mucho romanticismo
en el interior de sus apagados cuerpos.
Me descubro ante la vida,
ya despiertos los instintos
del desbrozador de amores,
del amigo de los sentimientos ocultos.
Por allí malviven mis poemas
con sus romances,
con su cultismo
y populismo,
con sus galimatías
aspavientos y esperpentos.
Allí ellos en el frío
sin más llama en su interior
que el rompiente cristalino,
del gato negro
que en mi alma habita
y que a la espera de un suspiro
afila sus garras
para lanzarse presto
como felino,
para traerme como tributo,
eso que se llama caza,
en este día en que quemo
en señal de tributo
un poema que lleva por título y
\"en el mundo mueren niños\".
Me atiforro para ello
de los pensamientos tristes
de mañana
y finalmente digo:
La levedad de la vida
consumida en un segundo.
Flotan en el aire
las ganas de vida
de un niño,
que ya solo es
el testigo de lo acaecido,
para unos, victoria
y para el resto llantos muy sufridos.
Ahora ya descanso,
nada será como ayer
y más cuando oigo perlas como esta:
La guerra se prolongara hasta el verano
y todos callan
mientras unos niños tiran de las barbas
a los Reyes Magos: Melchor y Gaspar
y un fotógrafo afina con su puntería.