El amor es fragil e imperceptible queremos tenerlo pero no sabemos el como mantenerlo, tenemos lo básico pero no lo importante, queremos apreciarlo pero lo dejamos. Ya en nuestras manos capturado, lo enfrascamos con nuestros impulsos y emociones al tiempo con tanto descuido se marchita con desinterés y desanimo, el amor no ruega atención, solo pide lo justo para mantenerse vivo, no inmovil ante la falta de motivación. Una vez muerta la esperanza queda vaciarla hasta encontrarlo nuevamente hasta no hacer conciencia de ello de que el amor brota de uno mismo y que si lo encuentras es que solo llego, sin buscarlo, sin forzarlo y sin presionarlo.