JAGC

O I R Á S

 Oirás el trino de las aves

llenando de calor tu frialdad,

oirás el contento de las aguas

corriendo por el valle en libertad;

 oirás el perfume de las flores

ocupando con su aroma tu ansiedad,

oirás el lamento de las rosas

reclamando con su llanto tu amistad.

 Oirás el quejido amargo de los muertos

musitando lentamente en soledad,

oirás el latido de tu alma

sintiendo tu vigor y tu verdad;

 oirás las sentencias de los cielos

 impartiendo justicia a la maldad,

oirás la lluvia en tu ventana

percibiendo su fragancia y humedad.

 Oirás la ternura de unos besos

sentidos en opaca oscuridad,

oirás el amor de algunos hombres

jurándote alcanzar la eternidad;

 oirás la angustia de los pobres

pidiendo con su mano caridad,

oirás tu orgullo envanecido

viendo en tu espejo vanidad.

 Oirás pasar la juventud

en arrugas causando fealdad,

oirás la venida de la muerte

llevándote al ocaso sin piedad,

 mas aquellas palabras susurradas

a tu oído por mi alma enamorada,

aquellas palabras, mujer,

aquellas que yo te dije, ¡ jamás las oirás.!