Día tras día, noche tras noche
y mi vida que solamente pasa,
entre refugios de amplias soledades
donde yo he visto llorar a mi alma.
Un mundo de telúricas sensaciones
abrazado como siempre a la nada,
un pasado ocultando mis realidades
como el césped guardado bajo la escarcha.
Alguien hizo desaparecer mis emociones
alguien puso a mi mundo todo en pausa,
alguien sepulto a todas mis verdades
y me condeno a esta injusta causa.
Camino sin saber bien hacia donde
espero quizás a una nueva esperanza,
quizás una muerte llena de piedades
porque temo a ver mi sangre derramada...
Mi propio presente me hizo pobre
que todo lo que me gira es desgracia,
tengo empatía con mis adversidades
y me siento libre entre mis propias murallas.
Dentro de mí todas son inciertas divisiones
mi infierno atemperado en su propia llama,
y en la espontaneidad de los instantes
sé que muriendo estoy en plena calma...