Sigues aquí (Décima)
I
Son los ruidos del vecino,
que maúllan mis oídos,
resucitando sonidos
de tu quehacer divino.
Qué no sea un desatino
el presenciar tu calor
y arroparme en tu candor,
el escucharte a mi lado,
el hilo de voz calmado
y de saberte en redor.
José Ángel Castro Nogales
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04/01/2024