MUJER AMADA
Absorbo tus olores
como si de una perfumería se tratase
tiembla el terremoto de mi corazón
cuando sobre tu cama de rosas
y violetas como si un jardín
colgante se tratase
sobre ti despierto.
Me gusta sintonizar tu cuerpo
como si una sinfonía de Mozart
fuese o una aureola de flores
en el arpa de un ruiseñor
que trina con los pulmones
de nuestro programa musical
que nos une por las noches.
Caminar por caminos
de alfombras rojas y pétalos
de mil olores con nuestra pituitaria
trabajando a destajo para diferenciar
los aromas que desprendemos.
Recorrer tu piel tan suave
como la mermelada de fresa,
piel de chocolate, brillante
como los manantiales
con la luz del sol en los atardeceres
Asomarme al balcón
de los promontorios de tus pechos
con lupa de aumento
para no desperdiciar ningún detalle
del monumento de tu cuerpo
como cuando veo la Gioconda
o tu monte de Venus.