Desde que te fuiste como me
envarga la alegría, que bonito
sería que no regresarás. Si consigues
un amante mejor sería para ti, porque
no quiero tener que soportar tú
mal genio y celos, hasta tus malos pensamientos que llevás, me deseas
que a mí me suceda que no consiga
una mujer que me ame, deberás
quédarte donde estás, que yo estoy
lleno de bendiciones y alegrías que
me da papá Dios día a día.