En los albores del tiempo,
con el sentido intuitivo
y el cabello acicalado,
busco un nuevo comienzo.
Andando sin expectativas,
dejando que la naturaleza
de las cosas me sorprenda
con sus imágenes tan nítidas.
Ya no pienso en el misterio
que encierran los minutos,
vivo cada instante como...
el último de mi existencia.