Es otro día más y no te tengo.
Ya no quiero llorar pero me aguanto.
Todos los te quiero se entrelazan.
Se vuelven cadenas que me atan.
Que me atan a un anhelo por tenerte.
Pues no puedo sacarte de mi mente.
Yo podría amarte toda una vida.
Para por fin dejar de estar perdida.
Yo no quiero amargarte con mi amor,
con ruegos, con llantos y despedidas.
Tan solo yo pretendo que tú sepas
que te amo de manera desmedida.
Que parece obsesión esto que siento.
Que cada vez que olvidarte intento
más te quiere el alma mía.
Y tú allá tan feliz sin darte cuenta.
Quizás tienes razón y es pasajero.
Amarte es lo único que quiero
Aunque quizás por mí no sientas nada.
Tengo todo un jardín florido
anhelos fugaces, finitos y efímeros.
Ilusiones tontas, transitorias, breves y fugitivas
resultado de aleteos de mariposa.
Y ahora yo en mi jardín
no sé que hacer con tanta flor.
Ni mi pecho con este amor
que se desborda tan solo
anhelándote a ti.