La sombra que te sigue,
esa soy yo.
La lluvia que te moja,
esa soy yo.
El viento que te despeina,
esa soy yo.
La noche que te acuna,
esa soy yo.
El beso que no has dado,
esa soy yo.
La mano que te aprieta,
esa soy yo.
El suspiro en el suspiro,
esa soy yo.
Pero el alba que te desvela y jamás llega,
esa no soy yo.