Y si amarte es un pecado
y la paga es el infierno
seguiría enamorado
con mi amor tan puro y tierno.
Y si fuera desterrado
al llegar el crudo invierno
volvería yo a tu lado
aunque ardiera en el averno.
Nada a mí me detendría
por amarte, por tenerte
y la vida entregaría
procurando convencerte
que por ti no importaría
que me den pena de muerte.