Persigo con los ojos más que abiertos,
aquello que me libre de tristeza.
Que haga que aunque pierda la cabeza,
un poco se acrecienten mis aciertos.
Y no dude de mí por un segundo,
que quede la verdad al descubierto.
Que al cabo nada escondo ni avergüenzo
igual soy una más en éste mundo.
Ansiosa de ganar y ser dichosa
mis pasos ya se tornan temblorosos.
Mi voz se va quebrando y se dispersa
entre sonrisas cubro mis sollozos.
Pero, miro tus ojos tan hermosos.
Y olvido por completo mis dolores.
Y te entrego por completo a ti mí tiempo,
mis brazos, mis besos y mi pecho;
que late emocionado por sentirte.
Sabiendo que mi amor has descubierto.
Y asi olvido entonces los temores.
Y siento que he ganado hasta el cielo.
Tan solo por escuchar de tu boca
la dulce fragancia de un te quiero.