Tres espinas le metieron
en el centro de su vientre.
Se movieron, de repente,
muchos ojos eso vieron.
Y moviéndose siguieron
las espinas permanentes;
pero, para mala suerte,
de repente detuvieron.
¿Quién resuelve, digo ahora,
el enigma que escondido,
dentro va del sonetillo?
¿Quién con alma inspiradora
y su pluma preceptora
nos descubre el acertijo?
Le invito a leer las indicaciones en el comentario de autor, se lo agradeceré.