Ahora más que nunca es viable,
transmutar todos los lastres
que viviéndolos impidieron el ver realizar
a la consumación del sueño en su ternura,
las sensaciones y las emociones
se los deberán llevar los vientos,
que el trance que parecía interminable
hoy se finiquita para revivificar
mi cuerpo en su desgaste y florecer;
ya no debo sentir odio, lo sé,
disiparé los sueños de vanidad
y forjaré nuevos que me alienten,
que aún mi alma y corazón viven,
porque un ángel me devolvió el valor
y todo lo que no te pude ofrecer,
sé que me lo perdonarás, oh hermosura,
como yo te perdono lo que te faltó.