Muy quedó y con un dejo de lejanía se enbeleza el alma profana de quién sin querer guardo en silencio el secreto amor. Que raudo navega en mi alma cuando el torrente de tus ojos me miran.Te espero en aquel pórtico de rosas y espinas, en la dulce infamia de quererte amor efímero y lejano.Preso como la tarde en que el pensarte se adueña del eco distante sin tus labios de grana marchitos. Bebéme,estacíame de tus besos de rosa y miel o sigue con esa distante amenaza súbita y presente amarga soledad irremediable.