Brian Carmona

BANDIDA

En la danza de la noche, surca una bandida,  

hermosa y audaz, pero de esencia prohibida.  

Con mirada fiera, como estrellas en alarde,  

roba suspiros, la reina de la noche baluarte. 

 

En su cabello de ébano, secretos se deslizan,  

como sombras traviesas que en su nuca deslumbran.  

Bandida de encanto, con labios de carmín,  

teje en el viento susurros, como un sutil jazmín. 

 

Sus ojos, dos luceros, refugio de la luna,  

esconden misterios que el corazón deslumbra.  

Cautiva en el silencio, con cada paso que avanza,  

una bandida que en el alma deja su danza. 

 

Viste la noche con terciopelo y destreza,  

la silueta de una diosa en pura sutileza.  

Bandida que roba el tiempo con su risa,  

entre las sombras, su figura acaricia. 

 

Bajo el manto estrellado, la bandida camina,  

dejando un rastro de poesía divina.  

En la oscura travesía de la medianoche,  

ella es la musa que despierta, la reina del derroche. 

 

Oh, bandida de la noche, tu esencia es un hechizo,  

un susurro en el viento, un misterioso aviso.  

Con gracia y encanto, conquistas sin medida,  

en el teatro nocturno, protagonista y bandida