Te has entregado a mis besos
y a mis caricias sin fin,
as dejado que el deseo
se adueñe de nuestros cuerpos
que nuestro amor, sea un latir
de corazones sin freno.
As olvidado el respeto
que juntos nos prometimos,
me as obligado a perderlo
sin pensar que lo que hicimos,
fue gozar de nuestros cuerpos.
La pasión que nos cegó
pudo mas que el sentimiento,
y pudo mas el amor
el disfrutar del momento,
y olvidar a la razón.
Que tu boca con mi boca
se mezclaron con los besos,
que tu pelo, con mi pelo
eran un mismo cabello,
que tus manos temblorosas
marcaron ese sendero.
El destino nos unió
sin tan siquiera buscarlo,
y mis piernas y mis manos
bañadas por el sudor
con tu sudor se mezclaron,
el tiempo se nos paro
para dejar que el orgasmo,
fuera igual para los dos.
Que mis ojos te miraron
devolviendo tu mirada,
que quedo muda la cama
que sus muelles se callaron,
que llegaron los abrazos
y los besos en la cara.
Que no pudimos parar
de cometer el pecado,
que una vez, no nos basto
y volvimos a pecar,
mandados por el deseo.
Y la cama, volvió a hablar
los muelles se estremecieron,
y los sudores de nuevo
nos volvieron a bañar,
entre gemidos y besos.
La pasión y la lujuria
no nos dejo ni un momento,
y vivimos la locura
de hacer gozar nuestros cuerpos,
entre sabanas desnudas.
Acabamos sin aliento
abrazados sin hablar,
pensando sin explicar
si fue pecado o deseo
o si fue casualidad,
aunque los dos lo sabemos
y es inútil ignorar,
a dos corazones sin freno.