Hoy me he puesto a llorar,
recordando momentos de mi infancia,
como un olor a hierba mojada
que me devuelve a mi niñez.
Hoy me he puesto a llorar,
recordando a mis amigos:
Pepe, Vicente, Monolito,
Hidalgo y demás
de nuestros juegos: canicas,
palé, fútbol, calle y demás.
O los deseos que pedíamos
a las estrellas fugaces.
Recordando a mis amigas novicias:
Pilar, Conchita, Maricarmen,
jugando al escondite, a la rayuela o a la comba
Jugando a amar, con algún beso escondido
o algún roce inocente.
¿Quién sabe si alguna de ellas?
¿Todavía me recuerda?
De mis amigos, sé que algunos ya no están,
de mis amigas, creo que ni me recordarán.
Hoy me he puesto a llorar,
pensando en el tiempo, qué veloz pasa.
El tiempo, cruel amigo,
que, al pasar, nos
llevará hasta el final.
Hoy, me he puesto a llorar,
al comprender que el tiempo,
nunca viaja hacia atrás.
Hoy, como un hombre, me he puesto a llorar.