José Valverde Yuste

MI SENDA

Cuando mi pensamiento ahogado 

en mi memoria despertó del letargo 

que subyace en mis recuerdos dorados 

de mi adolescencia concupiscente 

en aquel monte de vides rodeado.

 

Ahuyenté de mi el destino 

polvoriento y mísero 

que la dichosa vida me tenía predestinado

en aquel valle de pétalos rojos

y colores ocres mezclados con blanco nieve.

 

Mi futuro se tornó río cristalino

monte de cerezos y alma paseando por los jardines 

de la felicidad y el deseo.

 

Corazón latiendo al compás

de un amor que me cautivó el ser

deslizando mi conciencia 

hacia caminos paradisíacos 

llenos de zurrones edulcorados 

con los mejores deseos divinos.

 

Ese momento ínfimo en el tiempo

como se viene la vida y la muerte

cambió diametralmente mi suerte

siendo paraíso en vez de infierno

 

Opulencia en vez de necesidad

risa en vez de llanto 

caminar en un tren de flores 

en vez de un cadalso defenestrado.