Que dulce fantasía la vida, solo es eso,
cuanta magia en los versos, aliento cada día
más todo no es poesía, azul o rosa, es cierto
aunque sea sustento del alma todavía.
Se tuerce en la porfía, la razón, el deliro,
los sueños, el idilio entre espíritu y carne
fuerte golpea la sangre, impetuosa, bravía
hasta que llega el día que su fluir amaine.
El corazón debate con la mente quimeras
quiere lograr, quisiera sostener el romance
pero el tiempo y su alcance va dejando vencido
el travieso Cupido se marcha con sus trastes.
El recuerdo es arrastre que las horas consumen
van y vienen impunes nostalgia y desazón
renace la ilusión insistente, furtiva
al final se confina en oscuro rincón.
Hoy intento estos versos que han abierto la puerta,
es la verdad intensa, la cruda realidad
el dolor ha agotado su presupuesto todo
mezclando con el lodo las lágrimas de sal.
Dejo en letras viajar, escapar la tristeza
porque no seré presa eterna de su sombra
y no es que estés ausente si mí voz no te nombra
seguirás siento esencia en mi verso y mi prosa.
Te ame como la rosa ama el fresco rocío,
como el agua del río abrazarse a la mar
cual oración de paz a los pies de mi Dios
como el rayo de sol que aun intenta brillar.
Solamente avanzar mi camino seguir,
Y aunque cueste decir, no te voy a olvidar
tu fuiste más que pan que saciara mi hambre
cálido y dulce vino en mi copa al amarte.