Se me acabaron las razones para quedarme.
Se acumularon los motivos para irme.
Solo lograste confundirme
pero nunca llegaste a amarme.
Solo te dejaste querer
y me creé la idea
de dar
y no merecer.
Pero justo es que ahora
te toca verme partir.
De tantos sentimientos atrincherados
es que brota la valentía.
Maquillando los dolores
es morir estando viva.
Cerrando las puertas
y bajando las cortinas.
Si las paredes hablaran
igual que yo llorarían.
Y si pudieran partir,
ningún cuarto quedaría.
Solo el piso y los cimientos
ésto ya ni casa sería.
Nunca dudé en amarte
hasta ahora vida mía.
Ahora que abro los ojos
a ésta mísera vida.
Ésta que me mostraste
cuando yo más te quería.
Pero ya me quité la venda.
Y hoy veo todo más claro.
Mi orgullo quedó en el suelo
y hoy quiere encontrar consuelo
mi corazón lastimado.
Que por amar demás,
sólo roto lo has dejado.
La vida es una ruleta
gira y gira sin parar.
Tan rápido como un cometa
te toca reír
y a veces llorar.
Enderezaré las sendas.
Por fin tomaré las riendas.
Para empezar nunca es tarde.
Pues aún mi pecho arde.
Quizás tenga un poco de temor
para los nuevos comienzos.
Pero tengo tanto amor
que daré un último esfuerzo.