Voy como peregrina evadiendo a todos.
Ya no me ata, nada ni nadie y, aquí voy.
Deambulando, por estas sendas, estoy.
Camino, sin rumbo, sorteando recodos.
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Cada uno es responsable de su emoción.
No es preciso, irse volando, tras el amor.
O ceder bajo el látigo de alguna pasión.
Unas veces, es bueno, encubrir el candor.
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Yo, si me oculto en el bello tejido de tul.
Y lo hago, para ocultar de todos mi temor.
Deseo perderme en las plumas del Pijul.
Ante los peligros me cuido del mal amor.
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Uso mi vestidura en una bella policromía.
Duermo en cielo abierto y lo suelo mirar.
Sé que, es deseo o una quimera, muy mía.
Ésta se hará real, cuando yo, quiera amar
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Creo Castillos en el aire y, en Ellos, habito.
Soy idealista y fiel devota de mis fantasías.
Bajo el sortilegio de mi visión ahí, yo gravito.
Unos critican mi magia y hasta, mis utopías.
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¡Ésta loca, alma mía, no se pliega ante nada.
Por eso, casi siempre, sigo mis corazonadas!