Acaso es el amor,
la droga más intensa,
que se anhela,
de día,
de noche,
de madrugada…
Estoy enamorada.
Dependo de sus ojos,
grises como las nubes de mi alma.
Enamorada.
Tanto que he olvidado,
la muerte que me impuso,
al sacarme del pecho,
la última ternura,
la última ilusión…
No existo,
transito sigilosa,
afincada en su pecho,
aferrada a su aliento,
absorta por su voz.
Enamorada sin memoria,
olvidando que lo odié con locura,
con la misma pasión,
que hoy,
ya llevo su nombre,
tatuado en mis pupilas.
Enamorada.
He de gritarlo al mundo.
habiendo deconstruido mi estructura,
Ahora vuelo con él,
en un viaje de ida,
como mujer trasformada en mariposa.