Vano el amor a la mujer
cuando doblega sin sentido;
ver caer al abismo es permitido
al hombre bueno sin merecer.
Olvido por momentos el placer,
cuando suelo caer vencido,
de los amores no recibidos
por una superficial mujer.
Ardiente el calor de mi desierto
ahoga mi corazón, se detiene.
Arena movediza no me sostiene
por amarla a ella estoy muerto.
Ni el oasis de tu provocación
podrá apagar la ferrea llama
eres combustible que inflama
el orgullo perdido de mi emoción.