con el pelo alborotado,
la falda como bandera,
se pegaba a su cadera;
el rostro desencajado.
miraban emocionados.
lo que la mujer guardaba,
el viento lo dibujaba.
y pude ver el encaje,
como su fino linaje,
de las bragas que portaba!
sss
Si, le aplaudimos al viento,
pedimos que continuara,
que de soplar no parara,
el se oía muy contento.
la dama con sufrimiento,
la falda quiso bajar.
suave cuál rico manjar.
claro, no para cualquiera.
no creo el viento supiera,
lo que acaba de mostrar!.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
8 de Enero de 2024.