Su mirada...,
Desolaba el paisaje tras de la ventana
Por donde a veces asomaba.
Los reflejos libertarios de los árboles
Estallaban en los cristales
¡Tan desvestidos!...¡Tan libres!
La cortina del salón acunaba la espalda del cautiverio
En los sueños insondables de la niña.
Su tristeza era la sonrisa de la inocencia.