Hay días en los que escribir
tres versos es tan fácil
como escribir cien mil millones
y todo fluye con naturalidad.
Pero también hay días
en que no llegan las palabras exactas
a calzar en la forma del verso,
en esos días, la disciplina toma el mando,
desvirtúa el pensamiento mágico
y hace flaquear la gorda inspiración.
Así es el oficio de escribir a diario,
una faena entre el cuerpo y la mente
que saben que tienen que escribir,
pero primero deben acordar qué.
Alexander Elías2024
#SerEscritura #poética