Cómo te cuento lo que me pasa si ni yo sé cómo se expresa. La lucha que parece interminable, que haga lo que haga, de nada servirá. Cuando despedís y aceptas una batalla pérdida que te sumerge en el dolor más grande de los dolores. Ese dolor que viene desde el alma y que no es físico. Pero te obliga a ponerte de pie y tirar para delante; aunque tengas la cabeza en blanco, sin entender un carajo qué pasó, y no sabes para dónde correr.
Cómo te explico que en estos casos necesito aislarme, olvidarme del resto del universo, enojarme y putear hasta que no me queden insultos. Pero que a su vez me hace falta tu abrazo, tu compañía.
Cómo vas a comprenderlo, si vos y yo no compartimos las lágrimas y la agonía. La impotencia de no poder hacer más. El sufrimiento en carne viva al verlo; intentando sobrevivir, batallando hasta el último suspiro.
Cómo puedo avanzar, si te necesito y no estas.