No sé qué decirte....
Salen, de tu alma, hermosas
palabras y como manojos a
mí las entregas
buscando un alivio a mi
alma cansada, cuan si fuera
agua a un hombre sediento.
Me hacen temblar, sin que
tenga frio, y lágrimas
raudas a mis ojos llegan y
mi pensamiento
se acopla en las alas de una
ágil nave
viajando al momento de ser
concebido y en tu
madriguera de dulce
esperanza posa mi lamento
cuan si fuera ancla.
Como no decir que te quiero
tanto
siendo mías las penas y
tuyos los llantos,
como no expresar mi
agradecimiento
si tus ojos claros se han
enrojecido
con el pestañar de un mirar
distante.
PABEDI