Martha patricia B

EL BAMBÚ

NOGAL

 

Yo tuve un nogal amigo que era un elefante

sus hojas eran ojos que cobran secon el viento

y el estuche verde de sus nueces teñían las manos

su corteza se desprendía en anillos

era mi hermano gris

generoso y suave

 

era fácil treparlo

abrazarlo

acariciarlo

llegar muy alto

esconderse entre sus brazos

mis ojos latiendo entre sus ojos

sintiendo el perfume de las cercanas cerezas maduras

 

debería haber llorado sobre las marcas

cuando la soga de la hamaca fue retirada

porque ya era la despedida

 

ahora él sigue en el mismo lugar

tal vez más gruesos sus brazos más finos

tal vez haya sobrepasado el tejado

y sigan cerca los frutales vecinos

y cuando yo ya no esté en este mundo

él seguirá creciendo y reconstruyéndose

y no seré más la que lo abandonó para seguir su camino

sino parte de todo lo que él deja atrás

 

en el transcurrir de su larga vida enraizada.

 

ROSARIO BLEFARI.

 

 

 

 

MI AMIGO EL BAMBÚ

 

Una vez tuve la fortuna

De tener un Bambú de amigo

Generoso en su ramaje

Plantado en la  vereda

Regalaba sombra y frescura

Al portal;  En la casa de mi padre.

 

 

Bajo su abrigo y cobijo aprendí de amor

Recosté mi hombro sobre sus cañas

Y deje  mis temores a la luz de la luna,

Alcanzar las luminosas estrellas.

 

 

¡Que bonito recibir la bendición del viento!

Que en sus varas altas de caña Verde y amarilla.

Con  ritmo y cadencia en su mecer vibrante

Susurraba embrujo y melancolía.

 

 

Yo le robe al amparo de su complicidad

Los primeros besos dados con fervor

Y  encontré en él mí  perfecto amigo

Para  vivir la historia de ese mi primer amor

El siempre presente y diligente jamás me faltó.

 

 

Cuánto cabe en el recuerdo de mis horas dulces

La robusta  presencia de aquel Bambú.

No puedo escribir de mis horas felices

Si mencionar la existencia en mi vida

De mi amigo el Bambú.

El resguardo que encontré en su sombra

Siempre me invitó a ser feliz.

Sus vibrantes verdes y amarillos

Y su candente vaivén rumuroso

Fueron fieles testigos de  esa mi felicidad.

 

 

Pasaron los años  y la vida

Y mi hermoso  Bambú despareció

No estuve presente  y no conozco la historia

En las nefastas horas de su extinción.

Talvez fue la modernización la causa

Inevitable de tan lamentable error.

 

 

Cada vez que la vida me transporta

A la presencia de algún Bambú

Vuelvo a  rememorar las horas

Que bajo a su sombra me regaló el amor.

 

Lamento yo el hecho que ya no embellece

El portal  en la casa de mi padre mi amigo él Bambú

Lamento los nidos ausentes en sus esplendorosos ramajes.

Lamento el amor perdido que su sombra abrigó. 

 

Solo en mi recuerdo se mece airosa

La  imponente presencia de mi amigo el  Bambú.

Cuánto diera hoy tener la ventura

De compartir los últimos años en mi vida

Al amparo en la sombra de un hermoso Bambú.

 

Agradezco y conmemoro hoy

La existencia de mi amigo el Bambú

Que en el sendero de mi destino

Con su hermosa presencia relució.

 

Martha Patricia-Enero 10-2024