Un resplandor de luz distante
a través de la ventana observe.
Con vestidura inusual y elegante,
apareció en el Jardín Minerva.
¡Minerva, siempre es un misterio!
Y fue un resplandor de luz diferente.
¿Es acaso un presagio venidero?
Y seguí observando fijamente
como cambiaba de color y sendero…
¡Era esa noche, siempre fría!
Y así, de repente, sin previo aviso.
El silencio se volvió grata melodía
y no supe en que momento preciso,
el sueño me condujo a su presencia.