Sombras de la noche se tornan más densas,
extrañar tu presencia, aguanta las defensas.
En el rincón de la memoria, tu imagen subsiste,
un eco constante que mi corazón insiste.
Las estaciones cambian, pero el anhelo persiste,
extrañar es un arte que mi alma existe.
En el silencio de la noche, tus huellas encuentro,
como estrellas fugaces, en mi cielo adentro.
Extrañar es tejer hilos invisibles en el aire,
un lazo sutil que nada puede desgarrar.
En cada rincón de mi ser, tu esencia resuena,
extrañarte es sentir la eternidad efímera.
Aunque estemos lejos, en pensamiento te tengo,
extrañar es un eco que nunca se desvanece.
En el lienzo de la añoranza, pintamos el destino,
hasta que el reencuentro sea nuestro designio .