Carlos Eduardo

Una mujer imaginaria

 

Es igual a ti,

la he amado imaginariamente,

cuando aparece furtivamente,

es tan bella, dulce, esplendorosa,

envejece conmigo,

su ternura me arrebata,

me conoce más que yo a mí mismo,

yo creo comprenderla,

mas la quiero,

es libre, puede recorrer el mundo,

pero ahí está,

sus sueños son los míos también,

cuanto nos amamos

¿o es sólo ilusión?