Tengo un verso que duerme junto a la ventana
Esperando que alguien despierte su hermosura.
Fue creado una noche de amor por travesura
Vive en el corazón de una utopía cercana.
Hay oraciones que aran en una tierra lejana
Y llegan a mí, envueltas con extraña finura
Hace tiempo que me hostiga con su premura
Hablándome asida a una metáfora humana.
Es un metalenguaje que brota de mi boca
Revuelta en círculos y elocuentes frases
Y se aglutina en la espera de un rito poético.
El verso que duerme en mi ventana choca
Con los deseos de superfluos compases
En un siglo que absorbe sólo verbo sintético.