De aquella hoguera de amor y pasión
aún queda una pequeña ilusión.
Ese fuego no se apagó
si no que disminuyó.
Es imposible apagar las brasas,
ni con las lluvias intensas
del paso del tiempo.
Te sigo amando
y te sigo soñando
a pesar del daño.
Solo la diosa Athenea
haría la magia necesaria
de olvidarte para siempre.
Porque esa pequeña lumbre
en un pequeño rincón sigue latente
esperando crecer en algún mes.
Has marcado mi corazón permanentemente
con tu rostro, tu sonrisa y tu forma de verme.
En el recuerdo quedará esa noche de Junio
donde se rompió el muro.
Me arrepiento de no haberte dicho te quiero
y que eso marcara el ocaso de lo nuestro.
Ahora salen miradas incomodas
llenas de vergüenzas.
No sé como hablarte,
como volver a lo de antes.
Perdóname mi vida,
pero era la única salida.
Maldito destino por juntarnos,
después separarnos
y luego otra vez juntarnos.
¡Cautivo! ¿por qué este laberinto?
¿ Por qué este sufrimiento?
¿ Cuál es el significado?
De tan cruel juego.