Rhea

Rastros de un adiós inesperado

Ecos atravesaron mis oídos y rasgaron tu presencia

La impotencia me hacía burla desde la esquina que te ocultó.

Algo humedecía mi rostro lentamente, era la lluvia o síntomas de un triste adiós?

La lejanía irónicamente se acercaba cada vez más rápido

Y correr hacia ti solo hacía que el tiempo se descontrolara perdiendo su ritmo cotidiano, escapándose de mis manos, violentando mis alrededores.

Y aunque mis días habían cambiado de color, las hojas seguían sobrevolando el mismo cielo, y las nubes aún ocultaban el mismo sol. 

Todo se apreciaba extrañamente normal aún paseando acompañada por tu ausencia.