Ella como una sierpe
con lengua bífida
engaña, miente, falsea.
Su cuerpo frío
lo enrosca en sí misma,
hiende el alma
la herida duele, sangra.
Con plegarias incuba
sus malas acciones
y frente a los crédulos
se yergue.
Al relucir la verdad
el saber queda demudado
opta por guardar silencio.
Ella que ignora
se ha develado su accionar,
abraza a su hipocresía.