Por si me equivoco
y hoy es lo único que queda.
Quiero decirte un poco
de lo que mi alma anhela.
Que me des un último beso,
un ultimo abrazo,
y quedarme en tu regazo
aunque sea por solo un rato.
Que me des tu perdón
si es que te he lastimado.
Que me mires fijamente
mientras te confieso
que ha nadie más
he amado.
Aunque haya cruzado caminos
y en ellos andantes,
no he tenido
más que al sol y la luna
de acompañantes.
Que te extrañado y mucho.
Y por más que doy pelea y lucho
no puedo apartar tu recuerdo.
Porque está en lo interno
y lo interno es imborrable.
Y el corazón es culpable.
Y de que te amó es indudable,
aunque volver contigo sea improbable.
Lo nuestro es irremediable.
Y no pretendo buscar culpables.
Solo quiero que no se crucen los cables.
Y terminé mal
por irresponsable.
Por sentirme vulnerable,
sólo por sentir que llega lo irremediable.
Aunque todo suele ser variable
y resultar improbable.
No quiero que mis palabras por dulces irradien más ilusión
y te causen confusión.
Esto es una despedida.
Dar vuelta a la página y cerrar el libro.
Terminar está historia,
que sin duda fue de amor
aunque también hubo dolor.
Debo entonces bajar el telón
y dar fin a ésta
nuestra última
función.