Era una noche sin sol
y un día sin claridad,
un verano sin calor
era todo, oscuridad
y era, desolador.
Un desierto todo helado
un mar, lleno de hielo
era negro el azul cielo,
y los ríos congelados
y era todo, tan extraño.
Dejo el sol de brillar
y de darnos su calor,
se marcho, sin avisar
y el frio se apodero,
de la tierra y todo el mar.
Toda la vida se iba
porque el sol ya no brillaba,
todas las flores marchitas
sin color y congeladas,
toda la vida se iba.
La noche fue quien ganó
en la lucha contra el día,
no fue justa la partida
porque ya no estaba el sol,
ya nada se lo impedia.
Era una noche sin sol
y un día sin claridad,
nadie se pudo salvar
era tan desolador...