Cuantas veces

Pregunté al silencio y a la bruma

Y a aquella gaviota solitaria

Perdida entre la mar y el cielo

Si recordaban el calor de tu mirada...

 

Cuantas veces

El bullicio de una calle mundana

Las palabras soeces de un peatón malhumorado

La tortura estridente de los autos

De choferes hastiados e impacientes

Me despertaron de mis sueños 

Donde me solazaba en tus brazos...

 

Cuantas veces 

Me has besado con ternura y pasión

Dejando que mis manos jueguen con tu espectacular cabello para luego

Deleitarse con la suavidad de tu piel

Y enloquecer en la voluptuosidad de tus curvas

Sentirse esclavo del cielo y del infierno

Sentir que el sudor baña nuestros cuerpos

Y despertar....

Adolorido por tu ausencia y el deseo

En el maliciente colchón de soltero

Y el silencio de la noche que agobia

 

Nunca tuve tus caderas

Nunca tuve tus senos

Nunca tuve tus besos

Nunca tuve tus manos

Nunca tuve tu mirada

Supiste alguna vez de mi existencia?

Ni siquiera eso....

 

Sólo fuiste un sueño...

 

Pero, ah! 

Que hermoso sueño!