Con los ojos muy cerrados
fui ascendiendo al mismo cielo,
No había lugar para celos,
Era el amor consumado,
Pero agitaste las alas
En un adiós doloroso,
Y lo que fuera glorioso
Se transformó en una bala.
Entonces divino orgasmo
Me fue punzante agonía,
Pues queriendo tu estadía
Me provocaste marasmo.
Hoy me siento suspendido
Entre el cielo y el infierno.
(VOZ DE TRUENO)