Ante el iluso cielo caído, que intenta volver a levantarse entre parpadeos
Descubro tu ser y su proyección, entre cada resquicio que deje... se colará...
También entre los orificios en los que llora mi ventana
Se escucha el crujir de tu corazón en nuestra distancia
Llanto, cuántas veces el llanto
Hoy, una vez más no volverá a ser
Porque llorar nuevamente en mi soledad
Sería esconder la dignidad de tu sonrisa
La pequeña sonrisa que se esconde en mi núcleo
Porque tú nunca estás perdida, estrella fugaz...
Mientras viajes a mi vista
Serás plena luz de día a mis ojos
El vivo espejo de mi alma que no sabe conocerse
Y los primeros pasos de un espíritu quebrado que a rastras intenta volver a caminar
Serás ungüento de luna
Compañía de mi eterna noche
Y sello de nuestro tierno amanecer, luna mía
La forma en la que los niños lloran sin jubilo
Siempre ha de ser la misma, en el mundo desolador
Que se viste de navaja sin filo en tu simple existir
Y hoy podría escribir de él...
Hoy podría escribir de entre todas las palabras y todas las formas
Y sobre todas las cosas padecientes en candor
Entre ritmos perdidos, latentes
Se hallan nuestros corazones fundidos en el tapiz de una hoja
Hilvanando de sueños y fantasías, su significado
Y me encuentro yo, perdido, escribiendo
Absorto en el recuerdo de tu figura y el calor de tus mejillas
De nuevo intentando descifrar al pletórico ser que se acuesta en mis brazos
Que acaricia mis piernas hasta acabar la noche
Y revive al amanecer
A mi lado, en un riachuelo de humo
En el verde del bosque
Que jamás conocí...
No escribiré de noches acabadas y luces viejas y oxidadas
Jamás podré olvidar el beso de ensueño que me devuelve la vida
Jamás podré borrar de los luceros tu rostro
Ni esconder en la oscuridad, tu sonrisa tan eterna
Aquí seguiré, perdido, imaginándote
Buscándole final al infinito mar de palabras
Que nace de mi alma en la profundidad de buscarte
Dándome cuenta que todo será siempre como al principio
Y mientras la tímida forma en que el sol ilumina mi mundo sea la misma
Y tú sigas siendo la fogata de luz en mi eterna noche
Me encontraré dentro de mí sorprendido por tu distintiva majestad
Y esclavo seré del pletórico amor que me desespera
Y seguiré aquí, escribiendo sin descansar...