Alexandra Quintanilla

11:00

11:00 
Cariño, me he sentido mal los últimos días pensando en el pasado.
Las cosas que una ha hecho mal. 
Las difíciles de perdonar. 
Mi vida, hay partes mías que aún no sanan y he llegado a pensar en que seguirán atadas.
Solo no quería que conocieras estas partes destrozadas.
… 
Hablaste del existencialismo.
Era una cuestión que había adormecido hace tanto tiempo. 
Platicas con quien nunca he tocado. 
¿Dónde te estuviste escondiendo? 
De haber aparecido a tiempo
tantos pesares me habría yo evitado.

 Me gusta cuando jugas con tu rostro y haces muecas inconscientes que
me dicen a que piense que vas ganando. 
Pero no es bueno darlo todo por sentado.
Por el momento solo abrázame esta noche antes de que el amanecer nos despierte y nos vayamos separando.

… 

Podría recostarme por un momento en tu hombro y solo escuchar. 
Porque ambos sabemos el absurdo de estar varados pensando en que es correcto o no. 

… 

Hablas del existencialismo y preguntas —¿Amor que hacemos acá? 
Cariño, esa cuestión me la he repasado en las madrugadas cuando el sueño no claudica y mi mente enloquecida sigue pensando. 
Para serte sincera nunca he encontrado una respuesta digna.
Solo no quería enterarte de esas partes
locas e incompletas. 
Que rebotan en mi cabeza.
Pero has dicho que lo perfecto no existe y te creo.
Decís — ¿Por qué seguirlo tapando?

… 

Podría decirte ahora amor, 
pero 
¿Cómo puedo estar segura de que mañana permanecerá el sentimiento? 

… 

Te juro que nunca me he quedo dormida junto a alguien 
hasta que te has recostado a mi lado. 
Te juro a que nunca morirías por un arma estando en mis manos.

Me has enseñado que la admiración también hace parte de que se magnifique el sentimiento en ambos sentidos.
Me has enseñado que el respeto nos hace más humanos.
Y no sé si esas dos conjugaciones de admiración y respeto hacen parte de algo más elevado.
Por el momento solo lo estoy averiguando.