Beyders Ortiz

II

 Abro las ventanas y el mar de tu nombre es palpable en el paisaje hasta mi alma.

Ha pasado el frío de muchos inviernos 

y el verano llega sin falta alguna, 

esta noche la misma luna

y tu sonrisa, la misma de aquel enero,

donde la primavera florece poeticamente...

eres dulce mar en calma.