En la distancia nos encontramos,
dos almas unidas, pero separadas.
En cada pensamiento nos rozamos,
en cada sueño nuestras almas abrazadas.
Aunque no podemos tocarnos,
nuestros corazones laten al unísono.
En la distancia nos amamos,
unidos por un lazo tan eterno y firme como el ónix y el ópalo.