AslanLynx

Mi Ășltima terminal

Miro el reloj y se hace tarde,
agarro tres remeras con cuidado.
Las doblo procurando no arrugarlas,
las guardo en mi bolso.

Busco mi pijama y lo guardo con la misma delicadeza,
llevo unas medias extra procurando que cada una tenga su par exacto.
Lo cierro y me dirijo a la terminal,
son quince cuadras.

Quince cuadras que recorro casi corriendo,
me desespero, pienso que llego tarde.
Se me cae mi bolso y junto con él se dispersan las prendas,
que con tanto cuidado había doblado.

Tic tac, el reloj me estresa,
vuelvo a colocar la ropa en su lugar, pero esta vez ya estaba arrugada,
y las medias no tenían su par.

Sigo corriendo y noto que gotas caen del cielo,
en serio lo intento, en serio quise llegar más rápido a la terminal.
Quería llegar a vos, estaba a unos pasos,
y cuando pensé que todo estaba perdido, te alcancé.

El colectivo estaba a punto de irse,
pero yo no tenía el pasaje en mano,
porque en el fondo sabía que a donde quería ir ya no había destino.
Ya no hay un lugar para mí donde estés vos.

Ya no hay un bolso que preparar, ni cuadras que correr, ni una cena que planear.
El reloj marca las once, y yo solo me siento a ver cómo se va,
como vos te vas.