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**~Novela Corta - Cárcel de Papel~**

Novela Corta: Cárcel de Papel

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Comenzada: 9 - 13 de enero de 2024…

Publicada: 13 de enero de 2024…

Terminada: 13 de enero de 2024…

Editada: 10 - 13 de enero de 2024…

Mi #2 de novelas cortas en el año 2024…

Mi #157 de novelas cortas hasta el año 2024…

7044 Palabras 10 Páginas   





~ * ~Sinopsis:

~ * ~Damián es un joven rudo y fuerte en el afán de pegar golpes, porque él es un boxeador, pero, su último golpe se lo da a su mujer cuando cae preso en la cárcel y ahí se rinde toda su rudeza y fuerza…





Bosquejo:

 

  1. Damián como boxeador en el cuadrilátero.
  2. Damián pelea a golpes contra un contrincante.
  3. Damián rudo y fuerte en el embate de la vida.
  4. Damián conoce a una mujer llamada Anabelle.
  5. Damián ama enloquecidamente a Anabelle.
  6. Damián nuevamente fuerte con los embates de la vida.
  7. Damián corre la mala suerte de que su relación entre en gravitación.
  8. Damián se separa de Anabelle.
  9. Damián cae preso porque le propina un golpe a Anabelle.
  10. Damián en la cárcel queda débil, pierde fuerza y se rinde ante todos los presos.





Damián es un hombre joven rudo, fuerte y raudo como la gran velocidad da y ofrece golpes como un excelente boxeador en el cuadrilátero cuando a la verdad que su vida comienza golpeando un jib jab a un entrenador de boxeo. El cuadrilátero tiene de rehén a Damián en un cruce total de esquina a esquina en un cuadrilátero dejando saber que Damián es el número uno en boxeadores diestros. Damián cree que la forma de entrenar es la mejor manera para ser un mejor boxeador, pero, la fuerza, la rudeza y ser tenaz sólo le dejó pertenecer por siempre a una cárcel de papel, la cual, atormenta como es una cárcel inexistente en la que pernocta, pero, de la cual, no sale airoso si es como un jib jab dentro del cuadrilátero. Si Damián del cuadrilátero no sale sino que es un gran ganador cuando comienza el día a laborar, a practicar y a entrenar para estar en óptimas condiciones para la lucha en combate, pero, siendo un boxeador. Damián es fuerte y rudo en el ademán frío de entregar golpe en cada jib jab que el entrenador lo prepara para la batalla final en combate. Damián en su raudo camino se entreteje lo más pernicioso y funesto de toda una vida preparándose para su trabajo como boxeador. Damián es un boxeador fuerte, tenaz, rudo, raudo, veloz y atroz como el jib jab que le ofrece al entrenador para ganar el combate en buena lid. Damián le fascina el cuadrilátero y como aventura cruza de esquina a esquina irrumpiendo en un trance delictivo sin caer sobre la lona dejando herida la piel, el cuerpo y más el rostro aunque siendo golpeado por el rival y oponente en el boxeo. Damián, un hombre que es rudo y con una fuerza potente se aferra y se adhiere los cuerpos en señal de cansancio, pero, frecuentemente gana todas las peleas en boxeo al combatir. Damián cree en la fuerza y en la virtud que posee como fuerza fortalecida para pelear en combate contra un contrincante en el cuadrilátero cuando en el embate de la vida y del boxeo de vez en cuando gana. La vida de Damián corre un gran peligro cuando en el cuadrilátero hiere a su rostro con sangre viva destrozando la vida, el cuerpo, y más la piel como un jib jab certero y eficaz en el rostro. Damián se aterra al ver y notar que su rostro tiene sangre por las heridas causadas por el golpe del jib jab en el cuadrilátero esperando a que la vida cure todas sus heridas cicatrizando el golpe recibido. El entrenador de Damián sólo realiza práctica en un cuadrilátero con guante en las manos deseando que al final del combate pueda ganar la contienda. La vida de Damián se aterra al desafío frío en sentir lo que ocurre dentro del cuadrilátero exponiendo y defendiendo un título en combate peleando a muerte de herida y salvando una historia en combate. La vida de Damián era como un rumbo sin destino o un desafío sin concluir cada vez que camina y cruza el cuadrilátero. La vida de Damián en el cuadrilátero se vio siempre en el mismo cuadro lateral y de esquina a esquina. Y, sin embargo, Damián corre de esquina a esquina peleando la vida, las heridas, dando y recibiendo golpes dentro del cuadrilátero esperando poder vencer en la camorra y sintiendo en la espera poder ganar la batalla. Damián con heridas en el rostro sucumbe en un trance de delirio cuando pelea con toda rudeza y fuerza como si estuviera de frente al costal de arena cuando entrena como boxeador. Damián en el cuadrilátero se torna operante y ofensivo en dar el primer golpe cuando es más seguro la contienda entre dos que desean el título de un cuadrilátero como boxeadores. Damián corre la suerte como corre de esquina a esquina como un suburbio dentro del cansado corazón y tan agitado como una cebra escapando de las garras de un león. La vida de Damián quedó a la deriva como un náufrago perdido en el mar esperando a llegar a puerto seguro, pero, su instinto se debe a que el vicio por ganar lo lleva hacia la vida trascendente. El boxeador Damián enaltece la presencia y la esencia cuando a la verdad crece como un gran boxeador dando de qué hablar entre los medios noticiosos y su vida personal. Damián en el cuadrilátero pelea como gota a gota de un sudor que sabe que lucha Damián con constancia de una preparación por un entrenador eficaz.

Damián para la pelea final de ese entrenamiento eficaz donde se prepara tanto físico como mental y espiritual se torna evidente que lo funesto y lo aciago quedan a la deriva como en el mar un náufrago sin llegar a puerto seguro. La vida y la conmísera mala atracción de un boxeador se exaspera cuando su corazón queda cansado, aunque, Damián toma fuerza fortaleciendo la rudeza con que hace jib jab para poder ganar la contienda. La camorra ideal de Damián siente que la vida cambia drásticamente por correr de esquina a esquina. Damián se mide fuerza con fuerza, puño contra puño, pecho contra pecho y herida contra herida cuando se enfrenta al ofensivo contrincante en una camorra ideal cuando se enaltece la riña de dos boxeadores que con tanta fuerza hacen cada uno un jib jab para poder con astucia ganar la contienda. Damián se aferra al sueño pertinaz de ganar la fría contienda cuando la camorra se enfrasca entre dos boxeadores que pelean hasta agotarse y ganar solo un boxeador. Damián, hombre rudo, insistente, fuerte en su proceder se debe a que la forma de ver a través de sus ojos observa a un rival y oponente cuando se aferra a la fuerza y a la vida en contienda. Damián y su contrincante se miden fuerza a fuerza, dolor con dolor, herida con herida cuando Damián se enfrenta en un cuadrilátero por correr de esquina a esquina y lateralmente cuando solo lanza un jib jab para dar a conocer lo que comienza una pelea fructífera para Damián. Damián en la encrucijada en pelear un título, el cual, es por peso, pero, ésta vez la pelea es de peso pluma cuando su composición metabólica es delgada, pero, muy fuerte en el afán de dar y ofrecer un jib jab. El cuadrilátero está ardiente con el fuego en los pies por recorrer de esquina a esquina cada boxeador, Damián se enfrenta con valentía a su rival en una contienda por vencer. Damián en ese cruel cuadrilátero se enfrasca de un sólo tormento vivo como lo fue amar a esa pelea de un funesto mal instante porque cuando ocurre el desastre de creer en el embate de dar una contienda fría se enaltece la forma y la manera de ver y de sentir en el corazón una fuerza en el dolor, pero, en la misma alma un mal deseo en perder una sola pelea. Porque cuando en el alma es una pura verdad en que se cuece el alma en calor ardiente de un hombre llamado Damián se cuece en el alma una sola mala insistencia. Damián en poder caer sobre el tejado vivo se siente y se presiente como un sólo indeleble, por el cual, se atormenta la vida y la presencia en un combate frío y en una camorra ideal para querer salir del trance perfecto y poder ganar. Damián, si en el embate de dar primero en una sola razón se convierte en una sola debilidad efímera, pero, tan real como lo fue y era pelear en un cuadrilátero y tan frío. Damián  en el afán de creer en un ¨ring¨ de cuatro esquinas se torna exasperante como lo fue creer en el alma muerta de un sólo deseo y era el de poder ganar una pelea. Y Damián se enfrasca en una idea clara y contundente cuando se va formando como boxeador y ya en la pelea final de un sólo combate se da a la idea efímera de creer en la posibilidad inerte de dar una conmísera atracción de dar primero el golpe y con jib jab se enfrasca a la contienda en contra del oponente. Y Damián se ve en la frialdad en camisas de soledades claras cuando a la verdad que en la crudeza de un sólo espanto se da la verdad fría y tan atrayente como la misma álgida verdad. Damián se aferró en la esencia y en la presencia al desastre frío y en la contienda en poder hacer realidad ganar una pelea sabiendo de la poca realidad. Damián, porque cuando en el alma y más dentro de su pobre existencia se aferró al desconcierto friolero en dar una sola señal mortífera en ofrecer ganar una camorra y tan perfecta como ideal en ese mismo cuadrilátero donde se forma la riña a heridas frías.

Damián siendo un hombre rudo y muy fuerte en el ímpetu de la vida se ve forjado de fuerza, fortalezas, rudeza y siendo raudo quedó en la eternidad buscando una manera y una forma en atraer a la vida un comienzo, pero, con un final desastroso.  La vida de Damián cree en la manera y forma de ver al cielo de una fría tempestad cuando en el rumbo se ve venir lo peor por ser un hombre rudo y fuerte queriendo destrozar la vida, pero, queda sólo en un juego y un capricho de celos exóticos. Damián es un hombre de carácter fuerte y tenaz, muy rudo y cualquier mujer no lo aguanta ni por un momento. Damián, precipitado en la vida y en la forma de celar a la mujer está en la encrucijada de obtener un tiempo entre amar o desamar y así es la fuerza que tiene Damián. Damián en el carácter impetuoso de sus sentimientos se enaltece la forma y la idea de creer que en el embate se forma un altercado frío como una pelea y una riña en el cuadrilátero de su propio corazón. La vida comienza desde la partida de la camorra entre el amor y la pasión hacia el cuadrilátero, pero, el amor derriba murallas y el cuadrilátero gana un boxeador. La vida de Damián crece como tormento y como tempestad destruyendo todo a su paso con el infortunio de una desventura impetuosa. La vida de Damián se enaltece por un carácter fuerte, un rudo camino y un impetuoso destino, por el cual, se torna exasperante con un carácter impetuoso, bravío e insípido, su fuerza de hombre queda en malhumorado carácter queriendo derribar toda virtud de mujer femenina. La vida de Damián corre en ser en una fuerza de voluntad suprema destrozando a la vida y al amor, pero, jamás dejando derribar el amor hacia el cuadrilátero. La vida va formando un eterno cuadrilátero esperando por querer destruir todo carácter, toda fuerza en la eterna eternidad de amar a una mujer, pero, sobre todo en amar a un cuadrilátero. La vida de Damián en el embate de obtener una certeza en poder ser un hombre fuerte queda en la virtud en desdoro desde que la fuerza cae en espelunca de un corazón odiando en vez de amar. Damián raudo como el tiempo, veloz como el viento da ese jib jab como insistiendo derribar el instinto sosegado en poder ganar la camorra ideal y perder el temor de perder. Damián en el trance de la verdad se aferró al desconcierto frío, con ese carácter fuerte, sosegado y muy indeleble como la huella intrascendente. Y Damián es fuerte con poca libertad y tiene un carácter de los mil demonios de un sólo espanto perpetrando la ira y con demasiado ímpetu se siente como un poder sobrenatural. Y Damián en el juego del amor demostrando que se puede enfríar el alma de un espanto inocuo, si se siente como el dolor intrascendente cuando corre en ser como la llama fugaz de un sólo tormento cuando en el alma aflora todo carácter de un siniestro cálido, pero, como la llama del fuego voraz de una fuerza impetuosa y, así, es el carácter frío, sosegado de un imperio adyacente a ese mal carácter que le atormenta a Damián. La vida conlleva una sola mala pasada cuando en el trance de la vida de Damián se aferra al deseo y a la mala atracción de dar un golpe como el jib jab de un eterno boxeador y así fue el embate de la vida para Damián al correr veloz entre las cuatro esquinas de un ¨ring¨. El cuadrilátero para Damián fue y será la fuerza, la rudeza, lo tenaz, lo audaz y el ímpetu con que ejecuta estrepitosamente el origen con la herida, el dolor, la fuerza y más con el corazón cansado cuando obtiene más poder que el principio. La vida para Damián se aferra al desconcierto frío, tenebroso, horrorizado y con un espanto seguro de creer que su carácter era pasivo sin ser impetuoso como el tormento o como la tempestad, pero, nunca se apacigua. La paz para Damián nunca fue certera sino que la fuerza, la rudeza y lo tenaz fue siempre la carta de presentación ante cuatro esquinas de un cuadrilátero. 

Damián, una noche impetuosa como el fuego entre las venas quiso amar y buscó el cálido abrazo, el beso sosegado y las caricias sin subrepticio dolor de una mujer. La vida para Damián quedó herida, adolorida, inconsecuente, devastada e incolora atrayendo la firme decisión de creer que su rumbo comienza como termina. La vida de Damián era insípida, sin color, sin la pasión del amor porque todo el amor del corazón se halla en soledad y sin tener mujer a quién amar. A Damián, el deseo en amar a una mujer lo vuelve incontroladamente experto, impasible e insípido destrozando y desmoronando la vida en un sólo deseo y se debate una furia y un gran tiempo nefasto. La vida de Damián es tan fuerte como la misma fuerza en dar un golpe, pero, tan aciago que delata una fuerza en un débil y mal carácter. Y, la vida para Damián queda rendido por conocer a una mujer llamada Anabelle deliberando y destrozando a su propio corazón lleno de amor. La vida de Damián se aferró al frío y al desconcierto deliberando una sola razón para amar y, así, se entreteje y se encrudece el amor en el corazón de Damián. La vida corre de esquina a esquina como el frío en el mismo corazón por la misma soledad.

Damián conoce a Anabelle y Anabelle a Damián dejando que su corazón se enamore enloquecidamente con un amor tóxico, pero, en el comienzo de la relación todo está bien. La vida de Damián se torna intrascendente, pero, inocuo cuando en el tormento siente un amor como el de Anabelle cuando el alma de Damián conoce al amor de Anabelle. Damián al amor conoce en el alma de Anabelle y la conoce en una noche impetuosa llena de tormento y tempestad cuando en el alma de Damián desea conocer profundamente el amor de Anabelle y Anabelle acepta la feliz relación con el boxeador llamado Damián. La vida de Damián se torna amorosamente en conocer al amor de Anabelle, la corteja, la apasiona y la ama. Anabelle sin saber ni sospechar que algún día el golpe de jib jab sería para ella. La vida queda adherida a la vida, a la suerte y al mal tiempo cuando se gana un amor de esos en el corazón como lo es el amor entre Anabelle y Damián. Anabelle y Damián se conocen, pues, en el ritmo de la vida se percibe como se siente en el alma de Damián como se cuece el alma una sola verdad inocua. La verdad del amor entre Damián y Anabelle se transforma en un amor indeleble como frío es el hielo en la piel. La vida de Damián se aferra al desastre frío de ver al cielo lleno de luz incandescente como aquella vez en que conoce a Anabelle. Si Anabelle se cuece de ritmo sosegado e impetuoso dentro del comienzo efímero de pertenecer por conocer a Anabelle. Y Anabelle se entristece de tiempo y de sosiego constante cuando arde en el alma conocer al amor. Si en el embate de una sola sobriedad en el alma llena de luz pertenece al delirio frío y de un tiempo tan nefasto como poder ofrecer luz sobre la oscura ansiedad de amar a un sólo corazón, si Damián sólo oscurece de tiempo y de soles inertes cuando en el ocaso se siente como se perfila el tiempo. Damián y su alma se oscurecen de tiempo y por demás en el convite de creer en el alma una ceguera autónoma en ofrecer una osadía, por la cual, se aferra su vista al único sol y fue poder conocer a Anabelle. La vida comienza como conmina o termina en el alma funesta de Anabelle cuando cree que todo será como el sol, pero, todo es tan aciago como tormentosa la relación entre Damián y Anabelle. La vida para Damián se aterra al frío deseo de percibir el delirio delirante de conocer o por haber conocido a una mujer llamada Anabelle. La vida atormenta como fría tempestad o como álgido delirio tan frío como haber conocido Anabelle al hombre de sus sueños, pero, en vez de atraer el amor fue el dolor. La vida de Anabelle fue una vida funesta, abatida y muy triste porque el último golpe mortal de Damián y que es un jib jab se lo otorga a Anabelle. 

Damián ama enloquecidamente a Anabelle. Damián es un tormento, es un fuego voraz, es un amor incondicional cuando percibe que Anabelle le corresponde en amor. La esencia y la virtud sosegada comienza a deliberar un tormento, una tempestad o un huracán, en el cual, la vida entre Damián y Anabelle se torna insegura. La vida entre Damián y Anabelle se aterra en desafiar lo que comenzó en un delirio delirante de creer que el comienzo no es otra cosa que un mal final porque todo comienza bien, pero, termina mal. La vida entre Damián y Anabelle es como el ocaso, comienza a desaparecer el sol y comienza a llegar la fría noche y con ella la fría oscuridad y se aferra al deseo firme, eficaz, e impetuoso de creer que la vida es como un bello tormento, pero, no llega, aún, el crepúsculo del otro día. Damián ama con locura y tortura a una bella mujer, por la cual, su corazón se aferra al frío desconcierto en poder amar con la verdad intransigente entre sus labios pasionales amando sólo a Anabelle. Damián sólo enloquece a su corazón amando a la vida, al frío delirio y tan intrascendente como queda un corazón enamorado. La vida entre Damián y Anabelle se siente como un amor pasional y vehemente con locura en la misma sensación del alma cuando transcurre el amor entre dos corazones en que se vuelven uno solo. La vida comienza de cero hacia la misma eternidad cuando el amor se convierte en razón perdida. Si el amor renace como un vil tormento no se detiene la frialdad sino la pasión ardiente en el mismo corazón amando enloquecidamente. Damián y Anabelle se convierten en un trance imperfecto cuando el alma con luz se enaltece de rica pasión y bondad cuando se entrega en cuerpo y alma, vida y corazón en la habitación amando como nunca Damián a Anabelle. Si Damián ama enloquecidamente y con tortura a Anabelle, cuando en el altercado frío se siente como una frialdad y tan álgida como de costumbre en el recelo de la verdad cuando casi se perpetra lo peor para el amor y la vida de Anabelle. La vida para Anabelle se aferra al desafío frío e indiscutible y con una fuerte razón en amar lo que encrudece de un sólo espanto inseguro a destiempo. Porque en el tiempo y más en el ocaso frío se siente como se percibe el sol después que llega la fría noche. Y en esa fría noche, en esa oscura habitación y en el alma amando enloquecidamente se fue de rumbo incierto Damián  con una fuerte tortura en descender amó con pasión a Anabelle. Y Anabelle corresponde en recíproco amor y sin dolor al amor pasional de Damián. La vida y la esencia de Damián se aferran al deseo de ver al cielo de un sólo suspiro cuando ama desesperadamente a Anabelle con mucho amor. Damián se aterra al frío desafío en amar a Anabelle con un fuerte delirio tan nefasto como poder sentir el mal desenlace de toda una vida en unión. Damián en esa relación pasional sólo quiso ser como el fuego voraz y atroz en creer que el rumbo cae en dirección correcta que, aunque, fue así, el último desenlace se aterra al frío de una aventura más.Damián y Anabelle se aferran al frío desconcierto en creer que la vida como comienza termina sin saber que el deseo se convierte en un trance eficaz y a la verdad es que Damián ama enloquecidamente a Anabelle. Damián,si es que en esa habitación la amó sin dolor de heridas de un boxeo, la amó sin subrepticio dolor, la amó porque la amó, con pasiones indelebles y de un rico proceder. Y Damián se definió en el alma como una luz que es como un terrible relámpago en plena tempestad y la luz de ese relámpago era la luz de los ojos de Anabelle. Y en esa habitación se creó la más grande virtud en dar y ofrecer en el corazón el amor entre Damián y Anabelle. Y entre Damián y Anabelle se dio un frío inestable y un delirio delirante en poder creer en el alma una sola verdad insistente, pero, afloró más la pasión que el hielo en la álgida piel.          

Si Damián sólo en la vida se vio impetuoso como el vil tormento cuando entre los embates de la vida, se volvió más fuerte que nunca, cuando en el delirio frío se cuece de pasión por el cuadrilátero y más por el boxeo. La vida inerte y el corazón inmóvil se cuece de voluntad y de fríos tenues opacando a la vida y más que eso demostrando que la vida es como tal es. Y Damián cree en la forma de atraer a la vida, y más que eso en una fría bondad y de tenue delirio cuando arde la vil pasión en obtener de la vida una gran y buena suerte. Y fue poder Damián  con el jib jab ganar la camorra ideal y con una pasión indeleble creer en el desierto frío que a la verdad es como una conmísera mala atracción en poder en el juego del amor y del combate se llena de furia y de un inerte corazón. Damián se fue de rumbo y de un insistente clamor y se vio como la fría pasión que se cuece de una bella pasión. Si Damián se aferró al deseo inerte de entrever en la razón una idea o una camorra perfecta en una sola mala idea. Damián se atormentó en la vida y más en lo esencial de una pasión en poder creer en el deseo inerte cuando entre las cuatros esquinas de la vida y más del cuadrilátero se aferra a la vida y más a la mala suerte en poder caer rendido Damián como pasión de un cuadrilátero en el corazón. Si Damián cuando en el instante en creer en el alma una sola verdad se aferró en el alma una sola osadía en la pasión inerte y tan fuerte como el delirio desafiante. Si Damián se aferró en la cadencia fría en querer amar lo que más encrudece en la vida pasional, y si cae en la eterna redención inmóvil si en el alma se aferra al deleite frío en caer sobre el mismo cuadrilátero deseando abrir a las cuatro esquinas de ese vil combate en el cuadrilátero. Damián, cuando en el cuadrilátero se aferró al deseo de entrever la astucia de ver al cielo inalcanzable y con la fuerza sin detrimento sino que es una fuerza en el alma y en el cuadrilátero frío se aferró en el combate de una sola verdad. Si en la vida de Damián se aterra al desafío frío, tan inconsecuente y tan friolero como la vida misma en el altercado de un dolor frío en el alma cuando la calma se entristece de un dolor o de un fuerte golpe que ofrece como el jib jab. Si Damián en la calma se aterra al desafío friolero de sentir la conmísera vida en un sólo cuadrilátero desafiando a la vida marcando la vida en el tiempo y más en doce asaltos en un cuadrilátero que por unanimidad se gana la contienda. Damián en cada paso y en cada correr de esquina a esquina en ese cuadrilátero se aterra a la mala suerte en poder creer que el jib jab se aterra a la vida y más en el mal insistente en poder sentir el alma como una sola verdad y tan fría como lo más esencial. La vida para Damián fue siempre como dar en el embate de la vida un sólo tiempo o una sola verdad cuando se encrudece de espanto continuo cuando a la verdad comienza en saber discernir que la impoluta verdad es el golpe en el mismo cuadrilátero. Si en el cuadrilátero efímero se siente como la pureza de la verdad cuando en el altercado friolero se siente como la osadía en atraer a la vida un sólo mal tiempo. Y Damián en el desastre frío de un combate friolero se percibe como el mal tiempo, y como el desafío friolero en sentir el alma como un terrible golpe en un sólo desastre. Si Damián en el embate de dar una sola verdad enfrió el desastre en poder dar una sola señal efímera y tan real como de una sola certeza en el corazón. Y Damián fuerte, rudo y tenaz y tan raudo como en la veloz velocidad de un instante mira con detenimiento su vida como en el cuadrilátero peleando hasta vencer la camorra ideal de un combate con herida y dolor en el alma. Damián, fuerte en el afán en correr de esquina a esquina valiente en el cuadrilátero se aferra en el deseo de ver al cielo inalcanzable como esa pelea sin poder ser gana.

Damián y Anabelle se aman con la misma pasión que él ama al cuadrilátero cuando se aterra la vida en saber que su relación va a favor del amor, pero, sin saber ni sospechar que el tiempo se cuece de un sólo deseo en que la vida se torna sin amor en una rutina inestable. La vida de Damián y Anabelle es un amor trascendental, translúcido, transparente y transmutado sólo con una pasión sin medida como la pureza de la verdad cuando Damián ama al cuadrilátero como el último golpe mortal que ofrece Damián. La vida de Damián y Anabelle se va tornando exasperada, intrascendente, trastornada y trastocada por el tiempo en que se aman más y más, pero, la relación llega a la eterna gravitación. La relación dio comienzo con un beso y ha llegado a lo peor, a un golpe mortal y tan bajo. La vida de Damián y Anabelle se torna intrínseca, intransigente y pernoctando en el tiempo y más en la debilidad del alma. Damián llega al punto de ofrecer un golpe tan mortal y letal como dejar inconsciente a Anabelle y todo por los celos de Damián. El frío combate de Damián se aferra al cuadrilátero siendo un eterno boxeador diestro, eficaz, pero, con un jib jab casi mortal hiere de un golpe a Anabelle cuando la relación llega a la gravitación. Anabelle pierde noción, tiempo y espacio con el dolor inconsecuente en creer que el golpe fue un eterno jib jab para ella y Anabelle sin tan siquiera sospechar que la relación se tornó tóxica, irreal, y en gravitación. La relación se tornó exasperante, tóxica, inconsecuente e inestable con el dolor de celos intransigentes, inconsecuentes y con un mal delirio sosegado en poder creer en el alma muerta. Damián en poder creer en la eterna relación de dar una sola verdad en que el boxeador gana la contienda amarrando el aire y más el golpe de jib jab. El boxeador se enaltece en la contienda fría e inerte como la vida más incierta que un sólo deleite frío. Y esa relación entre Damián y Anabelle fue a gravitación en una noche tormentosa y fría después del ocaso inerte y tan frío como la pureza de la verdad. Si Damián encierra el deseo y la fuerza del amor que regresa, pues, no se convertiría en un sólo delirio delirante frío como esa relación en gravitación cuando Damián y Anabelle se encierran en un suburbio autónomo de poder creer en la razón perdida y poder dar una sola señal. Damián cuando en el delirio delirante de dar un sólo golpe se ve intransigente, intelectual e inteligente, pero, el último golpe se siente como el delirio sosegado de un sólo espanto porque cuando en el alma sosegada de un sólo delirio delirante esa relación entre Damián y Anabelle se vio en una peor gravitación cuando se torna exasperadamente inocua como el mismo mal instante en que casi se da contra la pared o como derribar una fuerte muralla. Damián se entristeció por todo y por tanto en un sólo altercado frío en pelearle a la vida un golpe y tan mortal como propinar un jib jab a Anabelle en el rostro. Si Damián en el enjambre de dar un sólo golpe mortífero se dio como huella intrascendente como la vez aquella en que se dedicó en ser como el boxeador más diestro siendo eficaz los doce asaltos que peleó con toda fuerza queriendo derribar el ¨ring¨ de cuatro esquinas. Y la relación entre Damián y Anabelle fue transparente y translúcida dejando derribar el tormento de un desamor, pero, llegaron los celos a la vida de Damián queriendo perpetrar un sólo mal acometido. Damián sintiendo la verdad se aferró a la mala idea de creer que la relación va feliz, sin saber y ni tan siquiera sospechar que el delirio frío se aferró a la pasión delirante de amar sin consecuencias ni condiciones. Damián y Anabelle, y su relación se debaten en un gran error decayendo en el frío inerte y friolero de una eterna relación que se fue desde hace tiempo a gravitación. Damián y Anabelle se fueron de la vida y del amor de esa eterna relación en que se cuece de eternidad y de fría voluntad.

La relación entre Damián y Anabelle se fue a gravitación, sólo vibrando de una fría pasión, e inerte corazón e inmóvil deseo de aventurarse lejos del amor a cuesta de la sola razón perdida. Damián y Anabelle quedaron entre el bien y el mal cuando esa relación perduró dos lustros, pero, sólo llegó el desamor en gravitar a la álgida relación entre el bien o el mal. Damián y Anabelle cuando en el alma y en la conmísera mala relación entre el amor y el odio de un frío desamor, por el cual, se lleva una mala osadía en atraer la frialdad de un sólo mal tiempo en el amor lleno de un frío desamor. Damián le propinó a Anabelle ese golpe hiriendo a su olfato y nariz con un sólo jib jab en el alma dejando muerta a la luz de esa triste alma, pasando de un tiempo a otro tiempo. Si Damián en el tiempo y más en el alma sosegada de un sólo espanto quedó Anabelle después de todo ese amor y cariño entre la relación de ambos. Anabelle destronando y desmoronando a la vida quedó en un suburbio autónomo en el corazón en dar una sola señal y tan fría como el hielo. Y la relación entre Damián y Anabelle se formó intrínseca y abatida después de otorgar ese golpe mortal en el rostro a Anabelle como un fuerte jib jab y siendo un diestro boxeador sólo quedó en la forma en atraer a la vida. Damián frío y como un gélido hielo se cuece de tiempo y de deseos cuando se separa de Anabelle y quedando friolero como la nieve, sólo en el alma con una sola fría verdad. Si ocurre el peor desastre, Damián confía en el alma sosegada de un sólo tiempo en que el alma comienza a decaer en el trance de la fría verdad. Damián y Anabelle se separan con la fría relación de entrever que el deseo se vuelve efímero, pero, tan perenne como la álgida verdad de que el mundo es tan inmundo como lo peor de un sólo mal tiempo. Si Damián y Anabelle en el instante se preservan como el dolor de un sólo instante en que bifurcan la relación en una eterna gravitación y Damián se fue de rumbo incierto cuando en la relación se tornó fría y se separó de Anabelle. Damián y Anabelle quedan separados por ese golpe mortal de jib jab que le otorga Damián a Anabelle. La vida y la esencia en presencia se torna exasperante cuando Damián otorga un golpe mortal como el jib jab en el rostro de Anabelle. La presencia de Anabelle se torna intrínseca cuando en el afán de haber recibido un jib jab en su faz como haber perdido la conciencia quedó herida de un golpe punzante en el rostro por un hombre fuerte, rudo y tenaz cuando se electriza la forma de celos del caballero. La vida queda como un juego de rompecabezas sin encajar piezas cuando la vida separa a Damián de Anabelle y queda en soledad. La vida da vueltas como esperando sorprender al camino lleno de cicatrices de mal inconsciencia y de temores clandestinos cuando se encierra el frío temor de envenenar el alma en un sólo deseo y ese deseo era amar sobretodo sin apenas sospechar ni saber que el final de la relación era cárcel de papel para Damián. Damián era un buen boxeador prometedor de un futuro incierto cuando se cuece el alma de un mal instinto cuando en el eficaz tormento se da un golpe letal como lo fue derribar el mal desconcierto de un golpe mortal en la faz de Anabelle. Damián con temor y miedo sólo bifurca la relación cuando Anabelle cae inconsciente a la lona como si estuviera en el cuadrilátero de una pelea, una camorra o una contienda eficaz como ese jib jab que le propina Damián a Anabelle. Damián se aterra al frío desconcierto de sus hechos y de sus actos cuando Anabelle cae sin conciencia a la lona como si hubiera sido una cruel y vil pelea dejando herida la nariz. La vida se cuece de fría voluntad cuando se aterra el frío en el alma por dejar caer a la lona a una mujer como Anabelle, pero, Damián sin saber que puede caer sobre una cárcel de papel por haber infringido en un golpe tan mortal como haber propinado ese golpe a Anabelle. 

Damián entre la desesperación de observar a Anabelle por haber caído como un oponente en el cuadrilátero y en la lona se debate a que su conciencia exaspera. Damián llama a las autoridades y cae preso en la cárcel de papel. La cárcel de papel es una cárcel intrínseca, invisible, transmutada, translúcida y transparente para la gran suerte que posee el púgil en demostrar su inocencia. Anabelle ya consciente de todo lo sucedido queda malherida, maltrecha, desolada y abatida, sólo queda por acusar a Damián de dicho acto, de un golpe directo como un jib jab en el rostro de Anabelle y Anabelle quedó adherida a la vida y al golpe mortal. La presencia de Anabelle adolorida y herida ante un juzgado queda como la víctima de un hombre rudo, tenaz y raudo con el jib jab. La vida de un altercado y tan frío como haber propinado un golpe rudo y capaz en fuerza se debilita la vida como un mal acto de un hecho que queda como un fuerte golpe. La prensa amarilla intercede en crear un preámbulo mayor de un escándalo por ser púgil de cuatro esquinas de un cuadrilátero, en el cual, forma una lona donde cae Anabelle por el golpe fuerte que le propina a Anabelle. Damián se aterra por el mero hecho de haber propinado un golpe letal y rudo a Anabelle. Y Damián queda petrificado en una cárcel de papel cuando su inmortal golpe fue tan rudo y tan fuerte como haber caído sobre la lona Anabelle. Damián cree que su fuerza, su rudeza y su tenaz valentía le ofrece como si hubiera sido una pasión en el amor, pero, quedó adherido a la cárcel de papel siendo un púgil de un cuadrilátero de cuatro esquinas. Damián quedó adherido y petrificado como un rival o contrincante sobre la lona si así quedó como un preso caído sobre la cárcel de papel. Si en el afán de creer en el alma de Damián y con una sola verdad efímera se dio en contra de una pared ruda y tan fuerte cuando cae rendido y tan cobarde con sus fuerzas indelebles como una sola verdad intransigente e intrínseca cuando se siente como la más inmensa cobardía. Y Damián cae rendido e intransigente como el recelo de la verdad cuando cae sobre la lona de un sólo cuadrilátero de cuatro esquinas y de una insistente verdad y tan fría como el dolor por haber sido valiente y ahora es un sólo cobarde cuando cae preso y tan rendido como el poder de un púgil sin más fuerzas que la cobarde mala presencia en la cárcel de papel. Y la cárcel de papel, quedó por siempre adherido como petrificado en la espera de caer como un triste cobarde en que encierra el deseo. Y, Damián creó en letal y mortífero desenlace de un sólo mal percance cuando cae en derredor la forma más letal en poder ser como la pura verdad. Y Damián, creyó en la mala suerte en sospechar que el ritmo de la vida comenzó con un sólo jib jab, por un golpe letal y tan mortífero como haber caído rendido ante una cárcel de papel. Y Damián entre barrotes de cárcel de papel está preso, pero, no ileso. Damián recorrió por última vez el cuadrilátero de cuatro esquinas derribando y destronando al rival en una contienda y tan fría como el poder ser como un frío desierto insistiendo la osadía en creer en el trance perfecto. Y, Damián, quizás como el recelo de la vida y de la insistencia fría y tan friolera como el decreto o el secreto que lleva dentro de la cárcel de papel y se siente como un secreto en grito a voces y es que el púgil con un jib jab o un sólo golpe frío se siente como el frío desenlace dentro de la cárcel de papel. Y Damián frío y tan friolero como el alma sin la luz que emana, se vio como el frío tormento en que cae dentro de la cárcel de papel. Y la fría tempestad y el recelo en la vida quedó Damián corriendo las cuatro esquinas de un cuadrilátero, el cual, forma parte de un terrible desenlace cuando Damián corre en la cárcel como si el entrenador practica con el boxeador.

El boxeador queda terriblemente indeleble como el vil tormento en creer que la osadía acecha a su vida en la cárcel de papel, siendo la más corta, e inexistente de las cárceles y siendo la más vil y la más cruel y de lo más real. El púgil Damián demostrando que se puede vivir y sobrevivir en una cárcel de papel se encierra en la vida en un sólo cometido en caer de bruces caídas como la más terrible tempestad. Si Damián corre las cuatro esquinas y de un cuadrilátero cuando en el afán de ganar la batalla o la contienda fría en cualquier rumbo se desconcierta el álgido mal porvenir. Y Damián encierra el frío tormento en caer en la contienda fría de un mal precepto y cae sobre la lona de un frío cuadrilátero cuando en la fría tempestad cae como un mojigato frío e incierto. Y es Damián en la cárcel de papel, el que encierra el temor frío e indudablemente abatido como herido, de un sólo mal tiempo en que el tiempo corre como un púgil destrozando y desmoronando a la vida y de un sólo imperio. Si dentro de la cárcel de papel quedó como el vil tiempo o como el recelo de la existencia cuando ocurre las heridas más profundas y más indelebles de unas huellas intrascendentes como lo fue golpear a una mujer llamada Anabelle. Y Damián se vio entre la frontera y la muralla caer sobre la lona dejando correr a un púgil sobre un cuadrilátero de cuatro esquinas, cuando en el altercado frío se encerró el combate de dar una sola salida fría. Si Damián corre de esquina a esquina cuando en la cárcel de papel, se encierra un cometido frío en caer sobre la lona y no sobre el amor de una mujer llamada Anabelle, cuando Damián siente y percibe que la vida corre como corre un mal deseo y es la vindicta eminente por haber caído preso, entre barrotes de tempestades frías como el amor de Anabelle sobre la misma lona en que cayó preso Damián. Y Damián herido, abatido y mal inconsecuente se debió de atraer en la vida un mal común cuando cayó como un contrincante sólo en la lona en que se enfrío el deseo en ser sólo un mojigato del cuadrilátero, pero, en una cárcel de papel. Y Damián se vio frío y tan friolero como el altercado frío en entrever a la razón incierta en quedar como un mojigato de esos en que el desierto es álgido y así fue como el rumbo incierto, cuando quedó preso por una fuerza y una rudeza y tan raudo fue aquel jib jab que quedó solo en soledad y en la cárcel de papel, de la cual, nunca salió.





FIN